miércoles, 4 de junio de 2014

Personas complicadas

Yo era la de las poesías, la de las sorpresas cursis a bajo coste, la de los detalles intrascendentes que te dibujan sonrisas, la de las manualidades del todo por amor, la de la soberbia y los reproches, la de los besame que tengo frió, la de los regalos porque me da la gana y punto. Era esa de los por qué a toda afirmación y de los te quiero incuestionables, la de hagamos el amor como leones o mejor no arruinemos la película. Fui la de los miedos insalvables que llenaban el vaso de agua en el que me ahogaba y también la de las certezas de que una caricia puede salvarnos de un precipicio. Y tu en cambio eras el de las cosquillas, el de los labios con sabor a te haría el amor sin ser primavera, el de los flechazos con miradas y también el intento infructuoso de poeta embriagado que sin ser capaz de describir un sentimiento revelaba hasta los secretos mejor guardados. Has sido siempre el de lo regalos caros en fechas señaladas como muestra de un corazón, el de los no me quita la razón ni la asociación de lesbianas enfurecidas, el de agotar hasta las últimas salidas y yo la de encontrarlas, con paciencia. Fuiste el de orgullo y prejuicio, el de con un beso callo todas tus inseguridades y el de con una sonrisa hago irrepetible la belleza de un amanecer, el de no querer asumir las culpas, el de picarme hasta hacerme enfadar para comerme después... no digo que ni uno ni otro fuéramos mejor o peor, fuimos, somos y seremos piezas inseparables de un puzzle que nunca encaja, el imantado de dos historias que a menudo se repelen pero siempre se atraen. Somos almas difíciles, indomables que se resisten a perderse aún sabiendo que sus propias cicatrices los alejan... pero ni tu dejaras de ser el de los te necesito tarde y mal ni yo voy a empezar a ser la de la felicidad sin cargos de tu amor, porque eres esa persona que tiene la capacidad de sacar lo peor de mi al mismo tiempo que me demuestras que jamás con nadie podre sentir algo tan bonito que hasta haga llorar.