sábado, 26 de octubre de 2013

No existe titulo para semejante belleza.

Te quiero por una infinidad de razones que ni si quiera el sol podría descifrar… y conociendo tu infinito interior me descubrí a mi misma y todas las razones emanaron de tu sonrisa y tus lagrimas.
Ya no podría descontrolar ni romper en mas pedazos las ganas que tenia de abrazarte mientras llorabas, esas ganas que me habrían dado fuerza para detener el mundo entero y hacer sufrir a quien te volviera a herir, eras mi princesa y no, nadie podía tocarte como lo hacía yo.
Tus lágrimas no podían ser mas mías porque me dolían mucho más que a ti, me llenaban de impotencia y cuando todo tu ser se derrumbaba, estaban dispuesta a recomponerlo porque todos esos pedacitos daban sentidos incluso a las hipocresías más evidentes.
En la suavidad de todos los centímetros que componían tus perfectas piernas, en la luz de tu sonrisa, la misma que hacía que mi corazón entrase en parada cuando me la dedicabas. La paz de tu risa entre mis labios, entonces sí que se paraba el mundo, a la puta mierda, nada importaba más que aquel momento.
Tu mirada recorriendo mi cuerpo, esos ojillos de gata que no podían hacer que te deseara más si no detenías tus ganas.

Aun sigo intentando descifrar todas aquellas razones que no me dejaron mas remedio que amarte. 

viernes, 25 de octubre de 2013

Escribiendo en la cocina 03:00 a.m.

El insomnio me soporta tanto por las noches que luego no tenemos fuerzas de levantarnos de la cama por las mañanas,
Ninguno de los dos.
Te quitas la ropa para entrar en a la cama…
Ahora te has vuelto ordenada, algún día había que madurar.
Y lo único que sientes es un cuerpo desnudo que busca calidez en unas sabanas frias,
Pero eso no tiene ningún merito.
Lo que realmente tiene merito es pensar cuando hace frio.
Se me ha olvidado escribir, ya no hago metáforas con el amor, mi inspiración ha des-aprendido cómo se hacían,
Desde que te fuiste y aunque se me ocurran tampoco tengo a nadie a quien decírselas
Y vuelves a estar en mi cabeza y hace algún tiempo que ya no soporto la furia de no poder olvidarte.
Han desaparecido las mariposas, las sonrisas de “buenos días” y la dulzura.
Me he vuelto fría y mis sueños ahora han empezado a creer en eso de las derrotas, ya no les vale eso de los cuentos que pintabas con sudor y besos en mi espalda,
Nadie sabe tocar esa puta espalda sin hacer que no piense en ti.
Tu rencor se llevo todo lo que me hacia especial
Y ahora he tenido que volver a enfrentarme a la realidad,
Mi insomnio ha vuelto a despertar las pesadillas que guardan dolor por las noches.
Y ya no se en que creer después de haber visto como tu sonrisa hacia que todas las estaciones se volvieran primavera, ni después de saber que podía bañarme en cualquier mar porque tus ojos albergan todos los océanos juntos… y solo tu presencia podía mover el mundo entero hasta poner del revés todas sus hipocresías por verme reír.

Ya era hora de que te llorara.