Dicen que todo lo bueno se acaba como en un cuento y este cuento de hadas se olvido por dentro dicen que todo se cura según va pasando el tiempo, pero de mis horas muertas hay minutos de silencio. No quiero tu cielo si no puedo volar, si no hay alas ni ganas de flotar, si no hay nada que celebrar, ni luchas en pijama de almohadas ni las duchas que sólo dejan cal. La vida es un tobogán; si subes quieren verte caer o bajar pero nadie disfrutar de placer quiero mentiras de jarabe que me sepan mal que me sienten bien, que me cierren las heridas de ayer No sé; si el mundo termina que nos pille dormidos para que soñemos con lo que en la vida tuvimos por eso brindo con la botella de vino Lambrusco que me dejaste si es que a eso se le puede llamar vino. Siento que el corazón del uso me ha dado de sí, desatado y dilatado de tanto latir por ti que te vaya bien, que te vaya bien que te vaya bien, nada más puedo decir. Que te he dejado pero no de quererte, que te he olvidado pero no de mi mente, que siempre te tendré presente, desde la hora del primer beso hasta el día de mi muerte (para siempre) Hablo de los primeros besos que nos dimos, en los últimos versos que te escribo dime que al menos seremos amigos aunque nunca lo fuimos pero algo más que meros conocidos que irían al cine. Siempre dije no vivas del recuerdo, el pasado es un lastre pero este peso nos recuerda ese viaje así que deja que yo lleve a cuestas lo nuestro como equipaje, a rastras como un parche para este "sastre". Quise ser sencillo no sincero, por eso digo que me quedo con lo bueno, por eso pido que alguien te haga ver el cielo pero lejos porque disfrazamos el adiós con un hasta luego. Si renacemos y nos encontramos en otra vida, dame una torta sin mediar palabra en la mejilla, para que sepa que si duele es porque siento y si me tratas como a un perro fui animal de compañía. Y voy a caer y voy a caer y voy a caer y voy a caer y voy a caer y voy a caer, Y voy a caer y voy a caer si te duele a ti a mi más me va a doler pero aprenderé a seguir mujer que te vaya bien nada más puedo decir. Siento que el corazón del uso me ha dado de sí, desatado y dilatado de tanto latir por ti que te vaya bien, que te vaya bien que te vaya bien, nada más puedo decir. Que te he dejado pero no de quererte, que te he olvidado pero no de mi mente, que siempre te tendré presente, desde la hora del primer beso hasta el día de mi muerte (para siempre) https://www.youtube.com/watch?v=E0lu8td2AqA |
sábado, 29 de marzo de 2014
¡Nada mas puedo decir!
domingo, 23 de marzo de 2014
Caer está permitido, levantarse es una obligación.
Puedes leerme, si te da la gana o como si no, pero hoy
sinceramente escribo desde el corazón y con el innegable deseo inconsciente de
que lo hagas, de que me escuches. Aunque me basta con imaginar que lo haces a
pesar de que haga meses que no pares en esta estación. Dura como una piedra,
igual de cabezota que cuando discutíamos, me empeñe en que me vieras fuerte,
decidida a no quererte ya más, tan estúpida al pensar que querer era algo que
se podía elegir.
Después de todos estos meses, de descontrolar mi vida sin
ti, de emborracharme una y otra vez y no recordarte… después. Me he visto
reflejada en cada texto de desamor y en cada canción que habla de separación y
rupturas, pero eso es normal.
Hoy no puedo expresar con palabras lo que estoy sintiendo,
no es que te eche de menos, ya pase aquella etapa, hoy es que me he dado cuenta
de lo mucho que te amé, me di cuenta de lo complicadas que hacemos a veces las
cosas cuando nos empeñamos en no querer olvidar, pero es que a mí nadie me
enseño a olvidarte y yo nunca he sido una buena autodidacta… calaste hasta el
puto final de todo mi ser.
Me gustaría escribir con palabras bonitas, esas con las que
te enamore, pero no me estoy esforzando en hacerlo, porque lo único que quiero
es soltarlo y que lo sepas, independientemente del punto en el que tú te
encuentres ahora mismo, NO TE HE OLVIDADO AUNQUE PASEN LOS MESES, NO HE DEJADO
DE QUERERTE. No he dejado de pensar en tu sonrisa, a pesar de odiarte en un
primer momento, no he dejado de desear tus abrazos y tus miradas, no he dejado
de desear que me hicieras el amor y que fueras tu quien me despertara con
caricias cada amanecer.
Y me sigue quemando la piel el pensamiento de que estés
amando ya a otra persona, como te sigue quemando a ti, si es que aún no has
cambiado de cómo te conocía.
Puedes estar tranquilo, las cosas se jodieron y los
cristales nos rompieron a los dos, pero no soy capaz de amar a nadie que no
seas tú. Aunque tú no me tengas puedo asegurarte que nadie más podrá tenerme
tampoco.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)