domingo, 23 de marzo de 2014

Caer está permitido, levantarse es una obligación.

Puedes leerme, si te da la gana o como si no, pero hoy sinceramente escribo desde el corazón y con el innegable deseo inconsciente de que lo hagas, de que me escuches. Aunque me basta con imaginar que lo haces a pesar de que haga meses que no pares en esta estación. Dura como una piedra, igual de cabezota que cuando discutíamos, me empeñe en que me vieras fuerte, decidida a no quererte ya más, tan estúpida al pensar que querer era algo que se podía elegir.
Después de todos estos meses, de descontrolar mi vida sin ti, de emborracharme una y otra vez y no recordarte… después. Me he visto reflejada en cada texto de desamor y en cada canción que habla de separación y rupturas, pero eso es normal.
Hoy no puedo expresar con palabras lo que estoy sintiendo, no es que te eche de menos, ya pase aquella etapa, hoy es que me he dado cuenta de lo mucho que te amé, me di cuenta de lo complicadas que hacemos a veces las cosas cuando nos empeñamos en no querer olvidar, pero es que a mí nadie me enseño a olvidarte y yo nunca he sido una buena autodidacta… calaste hasta el puto final de todo mi ser.  
Me gustaría escribir con palabras bonitas, esas con las que te enamore, pero no me estoy esforzando en hacerlo, porque lo único que quiero es soltarlo y que lo sepas, independientemente del punto en el que tú te encuentres ahora mismo, NO TE HE OLVIDADO AUNQUE PASEN LOS MESES, NO HE DEJADO DE QUERERTE. No he dejado de pensar en tu sonrisa, a pesar de odiarte en un primer momento, no he dejado de desear tus abrazos y tus miradas, no he dejado de desear que me hicieras el amor y que fueras tu quien me despertara con caricias cada amanecer.
Y me sigue quemando la piel el pensamiento de que estés amando ya a otra persona, como te sigue quemando a ti, si es que aún no has cambiado de cómo te conocía.

Puedes estar tranquilo, las cosas se jodieron y los cristales nos rompieron a los dos, pero no soy capaz de amar a nadie que no seas tú. Aunque tú no me tengas puedo asegurarte que nadie más podrá tenerme tampoco. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario